miércoles, 2 de abril de 2008

PERIODISTAS [2]



AJENOS COMO PROPIOS


La corrupción está en su punto. Quién no es corrupto ayer no lo es hoy. Ahora los desocupados del tira dedo se la agarran con uno y con otro. El SIN del siniestro asesor opera como el tango, viejo y macho. Existe una agencia que vende “vladivideos” y el Doc, aunque preso, aparece por angas y por mangas. ¿Y usted no tiene su grabación? Entonces está en nada. La costumbre del soplonaje antes fue una industria y hoy es cachina. Por un video una mano de plátanos y por un casete un sobrecito de Sal de uvas Picot. ¡Caray! ya no es como antes.



Entonces los coleguitas se tiran basura con ventilador. Y no sólo es Magaly contra Gisela o al revés. Y regresa el Gordo Gonzáles. Pero vaya al diablo el perrito y la calandria. ¿Qué cosa es corrupto? Nada, aquel que delinque por desinformar y ese que vende información bamba y crea el concepto comunicación chancho.



Hoy cumplo 27 años de periodista. En el diario donde me llevó el maestro Ricardo Uceda y mi hermano Paco Landa había un letrero. “No seas corrupto, vive bien, respira dignidad”. Y era cierto. No recuerdo haber cobrado por lo bajo. Tenía mi sueldo y el Doc todavía estaba de sargento en el Ejercito Peruano. Yo era salvaje y feliz y me jodían los soplones. Luego aparecería el neochichismo periodístico. Se abasuró así la vida, no la mía.



Cuando Fujimori, yo estaba en la otra banda. Y denuncié la compra de los Mig 29 en “Panorama”. El Doc me mandó un mensaje. Luego me sentenciaron por decirle sus cuatro verdades a un congresista tránsfuga. Otra vez, de un carro me tiraron un balazo. No obstante, me cagué de miedo. No era la mafia de El Padrino, eran unos canallas del cenecape del sicario imperfecto. Ahora que se acusa de corrupto a personas decente debo confesarles que aquellos operadores del fujimontesinismo no han muerto y quieren enlodar al pero estilo de Laura Bozzo.



Esta columna iba a celebrar la alegría mía de trabajar para La República. Temo que ando empinchado. Que me irrita la impunidad de los periodistas que venden basura. Que por eso defiendo a los honorables, todos los que nos enfrentamos a la corrupción y casi la vencimos. Lástima que por ahí caminen los sinverguenzas enlodando a la gente digna. Eso es todo lo que tengo que decir.

LA ILUSIÓN VIAJA EN TRANVÍA



CONTRA LOS MONGOS



Soy un cínico. Me gusta el cine. Precoz, me provocó Ninón Sevilla, una rumbera de los filmes mexicanos que era de La Habana y yo la imaginaba en una sábana. El único que le pudo extraer un conejo de la pelvis era Adalberto Martínez. ¿Cómo que quién es? “Resortes”, aquel que se murió el miércoles de ceniza aunque debió ser de “cineiza”. El maestro inventó la risa contra el aburrimiento mongo. El memurandun y el secretarismo bryceano.



Luis Buñuel fraguó la carcajada del menesteroso. En La ilusión viaja en tranvía, con “Mantequilla” y como Ugo Tognazzi, hacen del constructo 1x1 –con trole-, una nave que viaja porque está parada. Como la música cuando está callada. Su movilidad es sólo su calidad. Su eternidad, la de “Resortes”, es la fugacidad de la risa. Reírse es revolucionario. En la esquina de Dante con Primavera, en Surquillo, la patota se reía hasta el desmayo. ¿De qué? Supongo que de “Resortes”.



El muerto fue un genio ingenioso. Junto a ”Cantinflas”, “Palillo”, “Tin Tan”, “Mantequilla” “El Loco” Valdés y “Clavillazo” conformó un poliedro perfecto contra el cáncer del alma redonda. Ese sí mata. Mexicanos, se reían del dolor de muelas cuando uno está con hambre. Su carcajada fue su pendejada. Su raza era su risa. Mi padre me enseñó a no estar triste. Ellos fueron sus apóstoles. Ateo, gracias a Dios, fundó el “INRI”. El instituto nacional de la risa independiente.
No conozco psiquiatra que se ría. Salvo Aitor Castillo. El maestro mira la perfección del océano en San Bartolo y sonríe. Sabe de la inmensidad del humor que tiene el amor. El día del velorio de “Resortes” dijo que los humanos éramos dos. El que está serio por bolsillo y el que se caga de risa por un sencillo. Reírse, es estar en contra del inglés, del japonés en Chile, de Telmo Hurtado ejecutado.

Yo me río con Yerovi y con Rafo León. Son de otra naturaleza. Mis hijos con Jaime Bedoya que no es chistoso, al contrario, es feliz. Mi mujer con el Chavo, porque ella es una fresita para meterle diente. El Perú con Los Chistosos y está bien. Usted se caga de risa conmigo. Por eso compuse “tomo y ombligo”. Mi tango que tengo por el obligarme a ser serio con ustedes y la “gloria” por este sábado inolvidable.

¡HAY HAMOR!



QUÉ FALTA DE IGNORANCIA


Esta semana el Banco Mundial me invitó a un curso sobre la calidad de la educación en el Perú. Tres días en un hotel. Buenos expositores. Gracias por desasnarme. Un interesante estudio del por qué nuestros niños no entiende lo que leen. Por qué el gasto en Educación --con mayúsculas-- no resuelve los estándares de calidad. Por qué los maestros son tan “esto” como diría Ortiz. Poco hubo del Sutep. Sí de la desentralización y la municipalización en la formación de nuestros escolares.



Yo estudié en un colegio fiscal de Surquillo. El 401. Mi profesor fue el marcial Sr. Perales y el rijoso y genial zambo Gregorio “Goyo” Martínez. Qué lujo. Con uno aprendí la cuadratura del círculo. Con el otro, el de Nazca, por qué el Coquito decía con maña: “mi mamita me mima”. Fuera de la chanza. Eran fregados pero tenían una vocación y una gracia para hacer de lo aburrido un acto de excitación. Nunca saqué un diploma. Saqué un gozo por el aprendizaje.
Aquello de que no se entiende lo que se lee tiene múltiples factores. No sólo pasa con los niños de segundo grado –deben leer fluidamente 60 palabras en un minuto--, ocurre con los de la Sub 17 y con los congresistas. Con los cocineros de Gastón Acurio y con los burócratas del MEF que ya fregaron a los escritores. Me explico. Uno: se enseña mal. Dos: se es obtuso para explicar. Tres: nos gana el hambre. Cuatro: el país es corrupto hasta sus cachas.



En España como aquí el 72% de los estudiantes yerra al emplear la ‘h’. De ahí el título de esta columna. El 35% no comprende un texto con 2 adverbios. El 49% redacta con tan sólo 40 palabras. Los estudios dicen que la amenaza principal del idioma es la homogenización de la lengua y el pensamiento por parte del poder, las instituciones y los medios de comunicación. ¿El drama sólo es en castellano? No, igual ocurre con el inglés, el francés o el italiano, todos anquilosados por los medios.
Solución: los libros. Aprender de El Quijote y con Cien años de soledad. Con clásicos y modernos. No leer Magaly ni Selecciones. Así, llamaremos a las cosas con el corazón y con libertad, jamás con sostenes.

PERIODISTAS [1]



EL MÁS VIL DE LOS OFIDIOS



Alex Grijelmo estuvo en la Universidad de Lima. Un lujo porque el español es un ejemplo para los periodistas. No es viejo es ducho. Él, junto a Miguel Ángel Bastenier fundaron el diario El País y así, una España como nuevo país. ¿Un periódico puede cambiar un país? Sí. Y no sólo eso. Modificar el imaginario de los ciudadanos, su actitud frente a la vida, su decencia y su ternura.
Grijelmo es hoy presidente de la agencia de noticias EFE. Pero antes que cualquier cosa es un profesional. Entonces, está actualizado, domina 5 idiomas, es competitivo, lee como un descocido, opina con libertad, produce información sólo cuando es veraz. Aunque suena a herejía, Alex no es objetivo porque esa es una patraña de imberbes. Sí es neutral, equitativo e imparcial.



El español ha demostrado que se puede ejercer el periodismo con estos valores y no con esas patrañas, jácaras y embelecos que suelen utilizar algunos colegas para comprarse una 4x4. Como profesional dice que un medio de comunicación sólo puede ser independiente si es rentable. Es decir, si sostiene sus ventas, si respeta a sus usuarios, si obedece las normas y le paga bien a sus periodistas. ¿Cuánto? Lo suficiente para no convertirse en “mermelero”.



De eso sabe Grijelmo. En un diario local, en el 2003, nos asistió en la elaboración de los Principios Rectores. Contento, había triunfado su propuestas: incluir en el principio 19 un punto urticante como necesario: “los periodistas no pueden estar ajenos a los aspectos del negocio que permite que el medio se difunda y que la empresa tenga éxito”. Pocos medios reconocen este valor como fluido en la calidad de lo que se informa.



Después de la década podrida, los periodistas hemos remontado el estigma del pantano fujimontesinista. Yo soy profesor de periodismo. Todos los días veo a los jóvenes enfrentar el reto de ser comunicadores son esa herencia pestífera. No es casual que mientras Grijelmo explicaba lo suyo en la U de Lima, Augusto Bresani –el zar del periodismo basura—se despedía de este mundo. Señores, Mariátegui antes que ensayista fue periodista. Vallejo antes que poeta fue periodista. Igual que More, Adán F. Mejía, Igartua, y no sigo. No soy patero. Grijelmo sabe que no miento.

¡OH DIOSO!



ESCRITOR ROSA MOSQUETA


Jaime Bayly es un encanto. Eso dice Manuela, mi prima, que sabe que el niño ya tiene 42 años. Además es escritor, advierte, mientras se viste con su tenida hot. Y mañana regresa al 2, se alegra, y me sirve el café. ¿Niño? Qué va. Bayly es un zorro. Lo de escritor de libros es más su cortina que su cuartada. Y tiene éxito. En España la hace. El sello Seix Barral lo edita como a Corin Tellado. Bayly es nuestro Tellado nacional. Solo que más degenerado.



No se lo digas a nadie fue un pellizco de loca. Los últimos días de “La Prensa, que se publicó hace 11 años, su único logro. Del resto ni hablar. En La noche es virgen [Premio Herralde 1997], el jurado patinó. Bayly escribe para leer panza arriba en Totoritas. Qué otra cosa se puede hacer con Los amigos que perdí. Huevear. Y con Aquí no hay poesía, tirarlo a la basura. Me gusta Bayly, lo prefiero a Magaly, que es una sabandija ponzoñosa.



Entre Bayly y Beto Ortiz –mi hermano, y que vuelve también—, me quedo con el último. Ortiz tiene talento, sabiduría de carpeta y calle. Bayly, solo escozor. Cierto, Jaime es político, no lo dudo, por eso patea con los 2 pies. Y tiene ingenio más que genio para la entrevista. Cuánto bobalicón ha caído en su telaraña. Pero también mete las 4. A Alan le practicó la “lipo” popular sin quererlo con aquello del “teteo” y Lourdes quedó a vestir santos.



Con el hijo de Gladys Zénder –de quien está enamorado--, se lo palomeó al buenito de Jorge Salmón en San Isidro. ¿Ven? Como bataclana, se sirve de uno para joder al otro. Chismosea con Ximena Ruiz Rosas, su espejo con calzoncillo, y resulta. Le habla al oído a las señoras y le susurra al viejo en la oreja. Le grita al palomilla de ventana y les hace ojitos a las apretaditas de Lima Norte. Es ídolo en el penal de Santa Mónica y los lunes los estudian en la UPC.



Bayly es el perfecto trans. Eso está de moda. Excita a chicas y a viejos. Alejandro Gravier, el marido de Valeria Mazza –celoso de él y por ella—casi lo agarra a patadas cuando Jaime coqueteaba con la modelo. Bayly es como el Perú: un país híbrido y andrógino. Ahora que vuelve, las noches del domingo serán más agradables. Ya no veré a Torres Caro ¡Qué maravilla! Y franco, me tiraré al francotirador.

EL PERU 4x4



LUJO DE LA CULTURA COMBI


A principios de los 90 un sabio de la Av. Javier Prado creó el termino “cultura combi”. Una señora de La Molina años después dijo que vivíamos en la era del “Perú tico”. Un peluquero del PPC advirtió que era el colmo, que éste era un “país couster”. Obviamente, todos herederos del “Estado carretilla”, observaba, Zelada.
Existe un vector común: el desplazamiento. Vivir en el imperio de lo efímero. La traslación del espacio real de lo formal, al informal y al delictivo. Un peruano contemporáneo observa el reinado de la moda, la metamorfosis de la ética, la nueva economía de los sexos, la mutación de la sociedad de consumo, la explosión del lujo, ergo, la 4x4.
Zelada decía con el siglo XX que el automóvil no era más que el pretexto socio-erótico que operaba como anzuelo para cargar con el material cárnico y terminar en el hostal. Exageraba el vicario libre pensador. Esta semana que es el de la mujer, ellas no merecen tamaña sentencia aunque yo haya visto faenas donde, al contrario de lo expuesto por Tocqueville, la dama es la cazadora y el varón su presa.
En el plano del fashion, no poseer una 4x4 es no portar el tufo del triunfador. Los románticos pueden preferir un escarabajo pero son como esos que sólo bailan tango. Nilver Huarac tiene 4x4. El rey del huacatay tiene 4x4. Kassandra, de la sección Relax, llega en una 4x4. “Cachete”, el kaiser de los polos en Gamarra luce su 4x4. El Cholo Jacinto cuadraba en una 4x4. El Dr. Gómez litiga en la 4x4 corporativa.
Qué no daría por una 4x4 dice una amiga y no la interfiero. Yo sé “qué daría”. Señora ¿es huachafo? No creo. ¿Un poeta podría conducir una 4x4? Me temo que perdería su malditismo y se le caerían sus metáforas. ¿Y un funcionario estatal? Bueno, siempre y cuando no sea con plata de una licitación, tiene todo el derecho. Ser honrado no se contrapone a vivir elegante y maduro. Serlo y no parecerlo, eso es penal.
Y usted, hipócrita lector ¿tiene 4x4 o paga una china para viajar en combi? No se preocupe. El Perú es una 4x4 y si usted viaja en ella. Yo digo que este es el país todo terreno, doble tracción, agarra cerro, chapa montaña, tira desierto, surfea en Asia, cuadra en Jockey Plaza, vende cebiche, tira desmonte, recoge locas, carga su Sarita Colonia, y además no se voltea.


martes, 1 de abril de 2008

LOS HUEVOS


LE CUELGAN PA' ARRIBA


Ya sé, Martha Hildebrandt sufre de demencia civil. Igual, fue mi maestra en San Marcos, así que le consulto sobre “El Rey de los Huevones”, la película chilena que se estrenó el jueves y con la nacional Angie Jibaja. Dice la Dra. que “huevón” es un americanismo que se utiliza masivamente como adjetivo vulgar, que se
dicen en principio del perezoso, como adjetivo despectivo, del imbécil, y que en Centroamérica al contrario, sirve para señalar al animoso y valiente. No les dije, las palabras son como uno, bellas e imperfectas. Tienen ADN, se clonan, envejecen y mueren.



En México se usa poco. Prefieren el “buey”. En Chile ya no es una “mala palabra” –que hubiese dicho Neruda ¿mala palabra?--y la escucho en la televisión por quítame estas pajas. En el Perú, su extensión: “huevonazo” sí que friega. Tiene la entraña de mismo veneno del insulto. Yo prefiero el “lorna”, que es acepción marina y acebichada, y ya saben que del mar todo se come, menos los tablistas, aunque la Mulanovich está como una cabrillita en salsa de ajo.



Cierto que del “huevón” ese salen: “hueveo”, igual flojo. “Huevas tristes”, igual tonto. “Huevees” igual, no me engañes. Pero insisto, el “huevonazo” sí que agobia. Y en este país del lobista perfecto, cuántos políticos y burócratas se lo merecen. No sé, muchos. Cuántos especialista y expertos deberían llevarlo tatuado en la frente. Varios. Cuántos peritos idóneos y marketeros. Cientos. Y cuántos asesores. Miles.



El huevoneo no es masculino. Agarra el sexo débil y se fija en los del tercer sexo. Le cae de perillas a ex ministras y es consustancial en las esferas de poder. Vive en Asia como en el clan trujillano. Habita en los blogs como en las web literarias. Se anida en los colegios y se esparce en los pasillos del Palacio de Justicia. Se infecta en los mercados y se entronca en los estadios.



¿Y los de las páginas sociales? Igual. Tienen plata y se ríen por huevos. Digo que el insulto favorito de mis alumnas es precisamente: “huevona”. O sea, que del huevo nadie se salva. ¿Y los futbolistas? ¿Y los del partido? ¿Y los fujimoristas? Todos ¿Y los periodistas? Jamás, ellos escriben con los capachos remachados, cantan boleros, son puntuales y no se huevean.

DESCONOZCO MAYORMENTE



CORRUPTOS.COM


Silvio Rodríguez se espantó el jueves mientras revisaba los diarios. “Chico, que en este país el que no es pobre es corrupto”. Igual, mi hijo me sorprendió el domingo: “¿En que se parece un patrullero al avión presidencial?” No sé le respondí. “Es que en los dos trasladan choros y borrachos”. Me deprimí.



No era para tanto pero vamos al mapa como decía Belaunde. La ministra Mazzetti al asumir la cartera del Interior dijo con: “En la policía el 20 % es corrupto”. Al cierre de esta columna vivía con la soga en el pescuezo. Su eficiencia, cierto, según Rospigliosi, peca de voluntarismo, esa ciencia de los ignorantes sin malaleche.
Las 59 ambulancias –otras famosas 4x4-- que compró Mazzetti cuando estaba en Salud se malograron al mes. Así, los 469 patrulleros a 29 mil dólares –en la tienda esas Hyundai valen 14 mil dólares—no alcanzarían para trasladar a tanto peruano de buena fe, esa cáscara que envuelve lo corrupto, para meterlos en Piedras Gordas. ¿Y los portatropas adquiridas a una empresa israelí? Igual, sobrevaluados.



Yo conocí a una empresaria piurana: la reina de las licitaciones con truco. ¿A quién le vendía sus máquinas? Al Estado “lorna, igual: Consucode. La Dra. Mazzetti es una dama. No es de esa calaña. Lástima, habita en un país que desde 1821 está en la misma. La corrupción es un Estilo de Vida más que un estado de ánimo. Un sofisticado engranaje que con Fujimori se hizo sistémico. Se metió en la cama del santo, se acostó con la virgen del convento, violó la institucionalidad y fregó los pocos soportes de ciudadanía que habitaban entre nosotros.
Las palabras se gastan y en el Perú con velocidad de boeing. Amor es odio. Honradez es robo. Seguridad es cementerio. Ternura es violación. En este diario, todos los días, los editores quisieran informar sobre una buena noticia. No hay. Política es corrupción. Sociedad es secuestro. Educación es ignorancia. El periodismo no hace milagros.



Yo he votado por Machu Picchu como maravilla universal. Soy peruano y no me quejo. Pero visitar el santuario cuesta entre hospedaje y traslado 500 dólares y quieren subir el boleto. ¿A que bolsillo va esa plata? Como dicen en la Comisaría de Jesús María: “Desconozco mayormente”.

ERISIPELA DE CANTINAS



COSTRA VERDE

El sábado y domingo me doré cual pollo norkys entre la Costa Verde y una playa del sur que no divulgaré por aquello del fashion. ¡Vaya diferencia! ¡Un mismo mar para dos países asimétricos! Aquí los cholos allá los regios. Aquí los pepinos de mar y los residuos fecales, allá las chelas peroni, el cevicheff gourmet, los cuerpos perfectos y los points del Km. 97.5.
Aquí, en Agua Dulce, la clase media sin CTS, la generación topy top, los “marcianos de kiwuicha”, los sin tetas ni paraísos; allá, los lectores de Bryce, las de la “lipo”, los yuppis arkinkas surfs y las ‘oh diosas’ que se computan Anna Nicole Smith: guapísimas.



Todos peruanos. Todos diferentes y más desiguales. No tengo 4x4 pero manejo 5 blogs. No juego tenis pero canto mejor que Arjona. No tengo ONG pero no envido a los de “eisha” ni a los de Playa Blanca. Al contrario, si son horrados, se lo merecen y esas tías base 3, están como mango.
Ellos leen a Montaner y al embaucador Chopra, yo no dejo a Vallejo en ayunas y hasta lloro porque me joden los cóndores. ¿Y las playas? Nada. Los pobres las tienen sucias, ellos las cuidan como sus pompis. Ya lo dijo el tío Lobatón, “El gorrión de Pucusana”: “Que cada quien cuide sus cangrejos que imposibles no hay”. ¿Y el SNIP? ¿Y la OCMA? Y el VRAE? Nada.



¿Humala o el dengue hemorrágico? Ninguno. Devuélvanme mi Agua Dulce. ¿Qué fue de mi playa Los Yuyos que mis amigos de HZ convirtieron en arenas de nudistas y donde Miguelito Burga corría olas sólo de medianoche? Augusto Ortiz de Cevallos, que sabe de Lima, dice que en la Costa Verde ni hay plan y sólo absurdos urbanos: “el abuso es flagrante, la autoridad ausente, la experiencia triste”. ¿Y el APCV? ¿Y la Autoridad Autónoma? ¿Y la CDUL? Purita demagogia.


Desde La Herradura a la Punta existe un lugar hermoso frente al océano: La Bahía de Lima. Pero ya lo dije, los capitalinos hemos vivido siempre de poto al mar. De noche es un burdel para ticos, de día un basural nauseabundo. Se salvan las zonas lotizadas para bares por alcaldes que vendieron nuestras playas como sus chacras. Martín del Pomar veranea en Río y Castañeda Lossio se broncea en Asia. A ellos qué mientras les importa. Yo sigo con la ira y la erisipela.

LA BURDOCRACIA



NORMAS ANORMALES

Hace un tiempo y por 6 meses yo fui burócrata. De los duros de corbata. “Gerente de Comunicaciones (a.i.)”, decía en mi tarjeta. La oficina era un “organismo regulador” y no diré más señas. El edificio, a las 7 de la mañana cuando ingresaba, me provocaba terror. Yo marcaba tarjeta y una cámara y guachimanes me observaban cautelosos. Todos éramos carne de sospecha.
Subía a mi oficina. Sudaba como un chancho. Le mentaba la quinta maña a mi suerte. Ahí estaba mi material de tortura aunque usted no lo crea. Leer los periódicos. Arrancaba por la página editorial y hacía un alto en la sección vedettes. Seguía con Política y pegaba el salto a Deportes. Revisaba Economía y me escabullía en los estrenos. Observaba los “breves” de mi sector y me solazaba con los columnistas. Luego, el infierno: leer El Peruano. Después mi muerte de ojo, revisar las Normas Legales. ¿Qué nueva ley amanecía? ¿Quiénes eres mis nuevos jefes? ¿Cuáles eran las disposiciones transitorias? ¿Seguiría un tiempo más en el limbo de mi estipendio zodiacal?
El tormento culminaba a las 9 de la mañana cuando presentaba mi informe al gerente general con cientos de copias a otros burócratas. A esa hora aparecían mis 3 secretarias y mi adjunto. Ellas eran un amor, él una serpiente con pinta de ekeko lujurioso. Luego, los teléfonos empezaban su función. A la hora arrancaba la conversa. Ellas sellaban papeles, engrapaban expedientes,. Yo cocinaba las notas de prensa y miraba el reloj. Mi cielo era el almuerzo. En la tarde el hueveo era lo nuestro.
Según mi jerarquía, yo era el perfecto burócrata, es decir, pertenecía al team de los servidores públicos porque me la llevaba fácil y cobraba puntual. La palabreja deriva del francés bureau, igual, escritorio y de cratie, igual, cracia, es decir puro poder. Mi escritorio era mi falo. Lo dije, por las tardes escribía poesía erótica mientras mis secretarías tejían y hablaban de telenovelas.


Ahora que el presidente García va a reducir de 69 a 30 los organismos descentralizados me pregunto cómo la pasarán los burócratas y una novia que me lee en su escritorio. Me temo que tiemblan con las reformas del Estado. Un momentito: ¿Reforma? Eso es cambiar sólo de forma. ¿Cuándo cambiaremos de fondo?

CUY O PISCO



EL ROEDOR DE BANDERA

El jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., almirante Montoya, ha dicho que “la soberanía nacional no va a ser violada”. Está bien, digo yo, ahora que las violaciones son moda. Soberanía, dícese entre otras acepciones, de la autoridad o poder político que ejerce un soberano. El Perú es soberano de “lo peruano” –disculpen la tristeza- como lo es de la anomia, la pendejada y el pisco.
¿El pisco? Sí. El embajador Gonzalo Gutiérrez, que no tiene restaurante, es autor del mejor tratado sobre el aguardiente nacional: “Pisco. Apuntes para la Defensa Internacional de la Denominación de Origen Peruana”. (Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2003). Es peruano como Dios, repito. Pero debo aclarar que la coima también es peruana cual lujo de ser pobres. El hambre es bien peruano, insisto, mas ahora que el presidente García ha declarado al cuy como el roedor de bandera. Lástima que el pollo sea más barato.
Hoy es el día del pisco sour, que no es peruano, que es bamba y me llega. Yo soy pisquero puro y ortodoxo; de los que muerde el líquido candente; de los que estoicos aguanta su miel volcánica resbalar por el guargüero. De los que amansan su relincho abrasador con tormento orgásmico en el somier de las tripas. De los que dulcifican su borrasca con la apacibilidad filosófica del aserrín ilustrado.
Nicolás Lynch ha escrito en este diario sobre el arte del cóctel a base de piscos. El hombre sabe. Su drink favorito es el extinto “capitán”, un trago con pisco puro quebranta y vermut rojo. Max Hernández aporta un toque freudiano al decir que hay que tomarlo bien frío y con el auxilio de una cáscara de naranja. Ya es un “capitán-mayor”. Sea como sea, son guaracazos viriles contra el toque andrógino del pisco sour que se solaza con el huevo y se encabrita con el limón.
Ese mejunje no es peruano, es resaca de gringo en la barra del Morris Bar como asegura José Antonio Schiaffino. El pisco se toma puro y su aniversario es todos los días; y es nacional porque tiene el coraje de Sofía Mulanovich, la arrechura de Paola Ruiz, la brillantez de Juan Diego Flórez y el vigor de Luis Jaime Cisneros. Por eso es puro y peruano.

SANGRE EN EL OJO



EL OLVIDO Y EL SOPLÓN

Pamela de la Pinella es una mujer joven guapa valiente e inteligente y fue mi alumna en un último curso de periodismo. Hoy ya está titulada. No llega a los 25 años. Es hija del periodista –mi hermano-- Eduardo de la Pinella, asesinado junto a los colegas Pedro Sánchez, Willy Retto, Jorge Mendívil , Jorge Sedano, Amador García, Félix Gavilán y Octavio Infante, y el guía Juan Argumedo en un el paraje de Uchuraccay en Ayacucho hace 24 años un día como hoy.
Pamela sabe de la violencia. El Estado también. A ella no le tiembla la mano y distingue su país de la ilusión y ese de la guerra popular. Aquel donde se mataron los jóvenes más pobres del Perú y el otro que canta en la combi. La CVR dice que murieron cerca de los 70 mil. Yo digo que fueron más. Pamela sabe que no miento. La historia es más actual y no metafísica.
Hay un libro cruel: “Toda la sangre, Antología de cuentos peruanos sobre la violencia política”. Gustavo Faverón Patriu, es su creador. ¿Violencia política?
¿Cuál? La de la barra brava de la U o la que esta en forma de cómic en Guamán Poma de Ayala. La de la extirpación de la idolatrías y la que ocurre con los linchamientos en Carabaillo. El autor y su libro fabricó un vademécum policiaco. La literatura peruana cual ojo de comisario editorial. Es injusto. La violencia no es moda es historia: de Caral a Ilave.
Los escogidos, Miguel Gutiérrez, Zen Zorrilla, Dante Castro, Pilar Dughi, por nombrar algunos, no son apologistas del terrorismo como Faverón sugiere. Escriben contra la incomprensión de Vargas Llosa con su informe de Uchuraccay. El puma y no Mao, el mote y jamás Lenin. En los Andes se sueña como en las playas de Asia. Cada quien pide justicia a su modo. Aquello es subversión para Faverón en un país tatuados de seudónimos.

En Uchuraccay dicen que los marinos de Grau mataron a los periodistas. Nadie lo ha probado. Yo sé que mis colegas fueron asesinados porque quisieron escapar de esa máxima de la Dra. Hildebrandt: “Cuidado con lo que digas”. Pamela de la Pinella mira desde su ventana todas la mañana la imagen de su padre. Es su ejemplo. Ningún crítico literario de Cornell University podrá matarlo.

EL CAPO KAPUSCINSKI

UN ENVIADO DE DIOS





El maestro polaco Ryszard Kapuscinski era un retratista de hospitales, de heridos, cadáveres y cementerios. Fue un periodista de vieja laya. Y ahora ahí está, no como cronista sino como un muerto ilustre a los 75 años, conociendo en este momento los yermas rutas del más allá. Escritor y ensayista, fue el maestro de nuestra generación. 75 años no eran muchos. Los exactos para ser ejemplar como un profesional honesto, de aquellos de raza como Hemingway o Mariátegui o Vallejo. Un hombre que analizaba el planeta, sus contradicciones, sus guerras, los dramas, las gente de a pie que muere por que se muere. Ahora que me entero que lo están velando en un hospital de Varsovia, debo contarles que el viejo era comunista religioso y ateo gracias a Dios.


Que viajó por todo el mundo y que le otorgó dignidad a la profesión que amamos. Hace un par de años, en una entrevista en la televisión mexicana, contaba que había descubierto el ardid del mimetizarse con los alzados en armas y los humildes. Por eso observaba la realidad con transparencia, sin prejuicios, con pasión pero sin perder aquella línea imperceptible del ser gente de prensa y ser soldado de la paz. Por eso fue autor de un libro clásico: “Los cínicos no sirven para este oficio”. En su último texto, “Viajes con Heródoto”, nos traslada con la luz de historia desde lo profundo de la India a la China pasando por Àfrica y lo que fue la URSS. Calmo, dejó en ese mensaje la mirada de los maestros que entiende a la densidad humana con la ternura del que explica la realidad sin fundamentalismo y rabietas y que ensaya una reflexión lejos de las prisas y las imprecisiones.


Kapuscinski no temió estar frente al carnicero de Etiopía, Selassie, el Sha de Irán ni frente a cualquier dictador de pacotilla porque sabía que eran mortales. Y así nos enseño de la vulnerabilidad del poder y de la mariconada de los cortesanos y traidores. Para los que lo admiramos, en la universidad y con mis alumnos, esta no es una noche cualquiera. Ha muerto un ser humano sensible y comprensivo, culto y mediático ejemplar. No digo más. Ya no quedan como él y todos seremos libres sólo con él.

¡LORCHICEMOS ASIA!


QUÉ BUENA RAZA


Me ha llegado un mail: “Operativo Empleada Audaz”. Dizque el domingo 28 de enero, disfrazados como trabajadoras del hogar, invadiremos una de las playas de uno de los balnearios de Asia para protestar contra el racismo “Bio defensa natural”, y agrega la misiva: “Acompáñanos ¡Trae a tus amigas y amigos!”. Digo yo: ¿Qué es? ¿A dónde me invitan? ¿Un mitin con bloqueador de chuño e hilo dental de alpaca? ¿Un kick off 2007 contra mi bronce cobrizo? o ¿Un luau para conocer el “Joia” o la nueva barra del “Nikita”?
Advierto, yo conozco una sola raza: la humana. Subrayo, sé lo que es cholear y por qué un tipejo con una 4X4 socialmente vale más que el patín del mototaxi. Refuerzo, nunca aparecí en la revista Hola retratado con mi chola por Mafe García en el “Aura”. Y cierto, me llega. Un poema del serrano Oquendo de Amat es más bello que un giro lírico de Yeats y una reflexión de MVLl. sobre “El ojo que llora” es más intensa que el pedito liberal de Ocroscoma, alcalde de Jesús María.
La CVR tiene como único fin la reconciliación. Cerrar la herida y desterrar la rabia y el odio entre los peruanos. Ese tajo que pronosticara Mariátegui y tan vigente en este verano. Pregunto, qué es más importante, que las “amas tengan prohibido bañarse en el mar hasta las 7 de la tarde ( cuando ya se ha puesto el sol)” o que se apruebe la iniciativa populista de la pena de muerte. Qué es más valioso –como dice el mail--, que los peruanos, aquellos que no son socios de los clubes no puedan ingresar a bañarse como ocurre en Asia, uno de “los bastiones de la discriminación étnica, social y cultural imperantes en el Perú” o la reforma judicial, la descentralización y la misma reforma del Estado.
Entiendo la preocupación de todas la entidades de DD.HH. sobre temas de exclusión. No comprendo ese esfuerzo por el uso del Total block SPF 100 contra el cáncer de piel nacional en lugar de solucionar el drama del SUTEP, los libros no liberados de aranceles, la tuberculosis galopante, el SIDA multiplicado, la caracha asistencialista, la diarrea contra García Sayán, el fantasma autónomo de la Nación Aymara o la vida del Juez Omar Pimentel y del testigo eficaz 01-EPMC que observó a Fujimori dirigir el operativo en el Castro Castro.
Yo crecí en mi playa de Agua Dulce. Ahora soy feliz los domingos en La Punta y me encanta el cebiche de anchoveta. No tengo tiempo para broncearme en Asia disfrazado de “Yungay”.

MANGO CON ARROZ


EL MAGO COMUNISTA

En “Hijos de la medianoche”, la novela de Salman Rushdie, un tal Singh Retratos es un mago comunista en la India postcolonial. Encantador de cobras, articulaba una recia “comunicación directa con las masas”. Retratos gozaba de ubicuidad como resolvía disputas, apadrinaba criatura y era generoso para bodas y utopías. En Cachemira fue preso por yuxtaponer las ideas trotskistas con la dieta de Ho Chi Minh. Pero ahora era sabio. En ese país de campesinos y oradores, para Retratos sólo la palabra articulada era la verdad. Un día la cobra le mordió la lengua, señal que la realidad le habían gastado la fuerza de su lenguaje. Ya no fue el mismo.
Su arte y efecto no se parecen al presidente García pero me temo no afirmar lo contrario. Desde el 28 de julio del 2006 y antes García no termina de hablar. Bendice y sintoniza con el imaginario de la calle, el único saber que achunta con la política. García es cómplice de la oralidad de la aldea. Según el libro La palabra permanente [FEC] del dueto Biondi-Zapata, la opinión pública se construye en las arterías públicas antes que en los camarines de los doctos. García lo sabe. Su lengua es su lengüeta y su verbo su verga de berma.
Ojo, Biondi-Zapata van más allá. Hienden en el atolladero nacional. Afinan más que afirman que apenas somos creaturas por culpa del divorcio entre el seso oral y el escrito y eso es lomo fino para lo electrónico. Lo escribal fue y es lo totalitario y excluye. La oralidad, el cemento de la ciudadanía. Internet, la fécula de la imaginación. Atahualpa arrojó las Santas Escrituras, no tenían música. Piña, lo mataron como a Saddam. Así, lo escribal fue [es] lo tiránico y en el Perú es de las minorías y del discurso oficial. En cambio, la oralidad es democrática, summa del país real, gnosis y yuxtaposición del arroz con mango contra el buffet del Asía del Mar.
Estimo a los intelectuales caviares y los de la derecha jurel. Pero en Ilave no hay librerías, ignoran a Aldo Mariátegui y en Iquitos nadie les gana en el messenger. Oralidad y electronalidad se empiernan en el hostal del futuro. No obstante, usa el Internet para devorar un libro sino para chatear o ganarse con Karen Dejo en pelotas. Leer, lo dice Luis Jaime Cisneros, no es comerse al Quijote sino enamorarse de la libertad. Y hablar, como lo hace García y no el “Puma” Carranza, no es ilusión sino la verdad para el hambre del oído nacional.