miércoles, 2 de abril de 2008

PERIODISTAS [2]



AJENOS COMO PROPIOS


La corrupción está en su punto. Quién no es corrupto ayer no lo es hoy. Ahora los desocupados del tira dedo se la agarran con uno y con otro. El SIN del siniestro asesor opera como el tango, viejo y macho. Existe una agencia que vende “vladivideos” y el Doc, aunque preso, aparece por angas y por mangas. ¿Y usted no tiene su grabación? Entonces está en nada. La costumbre del soplonaje antes fue una industria y hoy es cachina. Por un video una mano de plátanos y por un casete un sobrecito de Sal de uvas Picot. ¡Caray! ya no es como antes.



Entonces los coleguitas se tiran basura con ventilador. Y no sólo es Magaly contra Gisela o al revés. Y regresa el Gordo Gonzáles. Pero vaya al diablo el perrito y la calandria. ¿Qué cosa es corrupto? Nada, aquel que delinque por desinformar y ese que vende información bamba y crea el concepto comunicación chancho.



Hoy cumplo 27 años de periodista. En el diario donde me llevó el maestro Ricardo Uceda y mi hermano Paco Landa había un letrero. “No seas corrupto, vive bien, respira dignidad”. Y era cierto. No recuerdo haber cobrado por lo bajo. Tenía mi sueldo y el Doc todavía estaba de sargento en el Ejercito Peruano. Yo era salvaje y feliz y me jodían los soplones. Luego aparecería el neochichismo periodístico. Se abasuró así la vida, no la mía.



Cuando Fujimori, yo estaba en la otra banda. Y denuncié la compra de los Mig 29 en “Panorama”. El Doc me mandó un mensaje. Luego me sentenciaron por decirle sus cuatro verdades a un congresista tránsfuga. Otra vez, de un carro me tiraron un balazo. No obstante, me cagué de miedo. No era la mafia de El Padrino, eran unos canallas del cenecape del sicario imperfecto. Ahora que se acusa de corrupto a personas decente debo confesarles que aquellos operadores del fujimontesinismo no han muerto y quieren enlodar al pero estilo de Laura Bozzo.



Esta columna iba a celebrar la alegría mía de trabajar para La República. Temo que ando empinchado. Que me irrita la impunidad de los periodistas que venden basura. Que por eso defiendo a los honorables, todos los que nos enfrentamos a la corrupción y casi la vencimos. Lástima que por ahí caminen los sinverguenzas enlodando a la gente digna. Eso es todo lo que tengo que decir.

LA ILUSIÓN VIAJA EN TRANVÍA



CONTRA LOS MONGOS



Soy un cínico. Me gusta el cine. Precoz, me provocó Ninón Sevilla, una rumbera de los filmes mexicanos que era de La Habana y yo la imaginaba en una sábana. El único que le pudo extraer un conejo de la pelvis era Adalberto Martínez. ¿Cómo que quién es? “Resortes”, aquel que se murió el miércoles de ceniza aunque debió ser de “cineiza”. El maestro inventó la risa contra el aburrimiento mongo. El memurandun y el secretarismo bryceano.



Luis Buñuel fraguó la carcajada del menesteroso. En La ilusión viaja en tranvía, con “Mantequilla” y como Ugo Tognazzi, hacen del constructo 1x1 –con trole-, una nave que viaja porque está parada. Como la música cuando está callada. Su movilidad es sólo su calidad. Su eternidad, la de “Resortes”, es la fugacidad de la risa. Reírse es revolucionario. En la esquina de Dante con Primavera, en Surquillo, la patota se reía hasta el desmayo. ¿De qué? Supongo que de “Resortes”.



El muerto fue un genio ingenioso. Junto a ”Cantinflas”, “Palillo”, “Tin Tan”, “Mantequilla” “El Loco” Valdés y “Clavillazo” conformó un poliedro perfecto contra el cáncer del alma redonda. Ese sí mata. Mexicanos, se reían del dolor de muelas cuando uno está con hambre. Su carcajada fue su pendejada. Su raza era su risa. Mi padre me enseñó a no estar triste. Ellos fueron sus apóstoles. Ateo, gracias a Dios, fundó el “INRI”. El instituto nacional de la risa independiente.
No conozco psiquiatra que se ría. Salvo Aitor Castillo. El maestro mira la perfección del océano en San Bartolo y sonríe. Sabe de la inmensidad del humor que tiene el amor. El día del velorio de “Resortes” dijo que los humanos éramos dos. El que está serio por bolsillo y el que se caga de risa por un sencillo. Reírse, es estar en contra del inglés, del japonés en Chile, de Telmo Hurtado ejecutado.

Yo me río con Yerovi y con Rafo León. Son de otra naturaleza. Mis hijos con Jaime Bedoya que no es chistoso, al contrario, es feliz. Mi mujer con el Chavo, porque ella es una fresita para meterle diente. El Perú con Los Chistosos y está bien. Usted se caga de risa conmigo. Por eso compuse “tomo y ombligo”. Mi tango que tengo por el obligarme a ser serio con ustedes y la “gloria” por este sábado inolvidable.

¡HAY HAMOR!



QUÉ FALTA DE IGNORANCIA


Esta semana el Banco Mundial me invitó a un curso sobre la calidad de la educación en el Perú. Tres días en un hotel. Buenos expositores. Gracias por desasnarme. Un interesante estudio del por qué nuestros niños no entiende lo que leen. Por qué el gasto en Educación --con mayúsculas-- no resuelve los estándares de calidad. Por qué los maestros son tan “esto” como diría Ortiz. Poco hubo del Sutep. Sí de la desentralización y la municipalización en la formación de nuestros escolares.



Yo estudié en un colegio fiscal de Surquillo. El 401. Mi profesor fue el marcial Sr. Perales y el rijoso y genial zambo Gregorio “Goyo” Martínez. Qué lujo. Con uno aprendí la cuadratura del círculo. Con el otro, el de Nazca, por qué el Coquito decía con maña: “mi mamita me mima”. Fuera de la chanza. Eran fregados pero tenían una vocación y una gracia para hacer de lo aburrido un acto de excitación. Nunca saqué un diploma. Saqué un gozo por el aprendizaje.
Aquello de que no se entiende lo que se lee tiene múltiples factores. No sólo pasa con los niños de segundo grado –deben leer fluidamente 60 palabras en un minuto--, ocurre con los de la Sub 17 y con los congresistas. Con los cocineros de Gastón Acurio y con los burócratas del MEF que ya fregaron a los escritores. Me explico. Uno: se enseña mal. Dos: se es obtuso para explicar. Tres: nos gana el hambre. Cuatro: el país es corrupto hasta sus cachas.



En España como aquí el 72% de los estudiantes yerra al emplear la ‘h’. De ahí el título de esta columna. El 35% no comprende un texto con 2 adverbios. El 49% redacta con tan sólo 40 palabras. Los estudios dicen que la amenaza principal del idioma es la homogenización de la lengua y el pensamiento por parte del poder, las instituciones y los medios de comunicación. ¿El drama sólo es en castellano? No, igual ocurre con el inglés, el francés o el italiano, todos anquilosados por los medios.
Solución: los libros. Aprender de El Quijote y con Cien años de soledad. Con clásicos y modernos. No leer Magaly ni Selecciones. Así, llamaremos a las cosas con el corazón y con libertad, jamás con sostenes.

PERIODISTAS [1]



EL MÁS VIL DE LOS OFIDIOS



Alex Grijelmo estuvo en la Universidad de Lima. Un lujo porque el español es un ejemplo para los periodistas. No es viejo es ducho. Él, junto a Miguel Ángel Bastenier fundaron el diario El País y así, una España como nuevo país. ¿Un periódico puede cambiar un país? Sí. Y no sólo eso. Modificar el imaginario de los ciudadanos, su actitud frente a la vida, su decencia y su ternura.
Grijelmo es hoy presidente de la agencia de noticias EFE. Pero antes que cualquier cosa es un profesional. Entonces, está actualizado, domina 5 idiomas, es competitivo, lee como un descocido, opina con libertad, produce información sólo cuando es veraz. Aunque suena a herejía, Alex no es objetivo porque esa es una patraña de imberbes. Sí es neutral, equitativo e imparcial.



El español ha demostrado que se puede ejercer el periodismo con estos valores y no con esas patrañas, jácaras y embelecos que suelen utilizar algunos colegas para comprarse una 4x4. Como profesional dice que un medio de comunicación sólo puede ser independiente si es rentable. Es decir, si sostiene sus ventas, si respeta a sus usuarios, si obedece las normas y le paga bien a sus periodistas. ¿Cuánto? Lo suficiente para no convertirse en “mermelero”.



De eso sabe Grijelmo. En un diario local, en el 2003, nos asistió en la elaboración de los Principios Rectores. Contento, había triunfado su propuestas: incluir en el principio 19 un punto urticante como necesario: “los periodistas no pueden estar ajenos a los aspectos del negocio que permite que el medio se difunda y que la empresa tenga éxito”. Pocos medios reconocen este valor como fluido en la calidad de lo que se informa.



Después de la década podrida, los periodistas hemos remontado el estigma del pantano fujimontesinista. Yo soy profesor de periodismo. Todos los días veo a los jóvenes enfrentar el reto de ser comunicadores son esa herencia pestífera. No es casual que mientras Grijelmo explicaba lo suyo en la U de Lima, Augusto Bresani –el zar del periodismo basura—se despedía de este mundo. Señores, Mariátegui antes que ensayista fue periodista. Vallejo antes que poeta fue periodista. Igual que More, Adán F. Mejía, Igartua, y no sigo. No soy patero. Grijelmo sabe que no miento.

¡OH DIOSO!



ESCRITOR ROSA MOSQUETA


Jaime Bayly es un encanto. Eso dice Manuela, mi prima, que sabe que el niño ya tiene 42 años. Además es escritor, advierte, mientras se viste con su tenida hot. Y mañana regresa al 2, se alegra, y me sirve el café. ¿Niño? Qué va. Bayly es un zorro. Lo de escritor de libros es más su cortina que su cuartada. Y tiene éxito. En España la hace. El sello Seix Barral lo edita como a Corin Tellado. Bayly es nuestro Tellado nacional. Solo que más degenerado.



No se lo digas a nadie fue un pellizco de loca. Los últimos días de “La Prensa, que se publicó hace 11 años, su único logro. Del resto ni hablar. En La noche es virgen [Premio Herralde 1997], el jurado patinó. Bayly escribe para leer panza arriba en Totoritas. Qué otra cosa se puede hacer con Los amigos que perdí. Huevear. Y con Aquí no hay poesía, tirarlo a la basura. Me gusta Bayly, lo prefiero a Magaly, que es una sabandija ponzoñosa.



Entre Bayly y Beto Ortiz –mi hermano, y que vuelve también—, me quedo con el último. Ortiz tiene talento, sabiduría de carpeta y calle. Bayly, solo escozor. Cierto, Jaime es político, no lo dudo, por eso patea con los 2 pies. Y tiene ingenio más que genio para la entrevista. Cuánto bobalicón ha caído en su telaraña. Pero también mete las 4. A Alan le practicó la “lipo” popular sin quererlo con aquello del “teteo” y Lourdes quedó a vestir santos.



Con el hijo de Gladys Zénder –de quien está enamorado--, se lo palomeó al buenito de Jorge Salmón en San Isidro. ¿Ven? Como bataclana, se sirve de uno para joder al otro. Chismosea con Ximena Ruiz Rosas, su espejo con calzoncillo, y resulta. Le habla al oído a las señoras y le susurra al viejo en la oreja. Le grita al palomilla de ventana y les hace ojitos a las apretaditas de Lima Norte. Es ídolo en el penal de Santa Mónica y los lunes los estudian en la UPC.



Bayly es el perfecto trans. Eso está de moda. Excita a chicas y a viejos. Alejandro Gravier, el marido de Valeria Mazza –celoso de él y por ella—casi lo agarra a patadas cuando Jaime coqueteaba con la modelo. Bayly es como el Perú: un país híbrido y andrógino. Ahora que vuelve, las noches del domingo serán más agradables. Ya no veré a Torres Caro ¡Qué maravilla! Y franco, me tiraré al francotirador.

EL PERU 4x4



LUJO DE LA CULTURA COMBI


A principios de los 90 un sabio de la Av. Javier Prado creó el termino “cultura combi”. Una señora de La Molina años después dijo que vivíamos en la era del “Perú tico”. Un peluquero del PPC advirtió que era el colmo, que éste era un “país couster”. Obviamente, todos herederos del “Estado carretilla”, observaba, Zelada.
Existe un vector común: el desplazamiento. Vivir en el imperio de lo efímero. La traslación del espacio real de lo formal, al informal y al delictivo. Un peruano contemporáneo observa el reinado de la moda, la metamorfosis de la ética, la nueva economía de los sexos, la mutación de la sociedad de consumo, la explosión del lujo, ergo, la 4x4.
Zelada decía con el siglo XX que el automóvil no era más que el pretexto socio-erótico que operaba como anzuelo para cargar con el material cárnico y terminar en el hostal. Exageraba el vicario libre pensador. Esta semana que es el de la mujer, ellas no merecen tamaña sentencia aunque yo haya visto faenas donde, al contrario de lo expuesto por Tocqueville, la dama es la cazadora y el varón su presa.
En el plano del fashion, no poseer una 4x4 es no portar el tufo del triunfador. Los románticos pueden preferir un escarabajo pero son como esos que sólo bailan tango. Nilver Huarac tiene 4x4. El rey del huacatay tiene 4x4. Kassandra, de la sección Relax, llega en una 4x4. “Cachete”, el kaiser de los polos en Gamarra luce su 4x4. El Cholo Jacinto cuadraba en una 4x4. El Dr. Gómez litiga en la 4x4 corporativa.
Qué no daría por una 4x4 dice una amiga y no la interfiero. Yo sé “qué daría”. Señora ¿es huachafo? No creo. ¿Un poeta podría conducir una 4x4? Me temo que perdería su malditismo y se le caerían sus metáforas. ¿Y un funcionario estatal? Bueno, siempre y cuando no sea con plata de una licitación, tiene todo el derecho. Ser honrado no se contrapone a vivir elegante y maduro. Serlo y no parecerlo, eso es penal.
Y usted, hipócrita lector ¿tiene 4x4 o paga una china para viajar en combi? No se preocupe. El Perú es una 4x4 y si usted viaja en ella. Yo digo que este es el país todo terreno, doble tracción, agarra cerro, chapa montaña, tira desierto, surfea en Asia, cuadra en Jockey Plaza, vende cebiche, tira desmonte, recoge locas, carga su Sarita Colonia, y además no se voltea.


martes, 1 de abril de 2008

LOS HUEVOS


LE CUELGAN PA' ARRIBA


Ya sé, Martha Hildebrandt sufre de demencia civil. Igual, fue mi maestra en San Marcos, así que le consulto sobre “El Rey de los Huevones”, la película chilena que se estrenó el jueves y con la nacional Angie Jibaja. Dice la Dra. que “huevón” es un americanismo que se utiliza masivamente como adjetivo vulgar, que se
dicen en principio del perezoso, como adjetivo despectivo, del imbécil, y que en Centroamérica al contrario, sirve para señalar al animoso y valiente. No les dije, las palabras son como uno, bellas e imperfectas. Tienen ADN, se clonan, envejecen y mueren.



En México se usa poco. Prefieren el “buey”. En Chile ya no es una “mala palabra” –que hubiese dicho Neruda ¿mala palabra?--y la escucho en la televisión por quítame estas pajas. En el Perú, su extensión: “huevonazo” sí que friega. Tiene la entraña de mismo veneno del insulto. Yo prefiero el “lorna”, que es acepción marina y acebichada, y ya saben que del mar todo se come, menos los tablistas, aunque la Mulanovich está como una cabrillita en salsa de ajo.



Cierto que del “huevón” ese salen: “hueveo”, igual flojo. “Huevas tristes”, igual tonto. “Huevees” igual, no me engañes. Pero insisto, el “huevonazo” sí que agobia. Y en este país del lobista perfecto, cuántos políticos y burócratas se lo merecen. No sé, muchos. Cuántos especialista y expertos deberían llevarlo tatuado en la frente. Varios. Cuántos peritos idóneos y marketeros. Cientos. Y cuántos asesores. Miles.



El huevoneo no es masculino. Agarra el sexo débil y se fija en los del tercer sexo. Le cae de perillas a ex ministras y es consustancial en las esferas de poder. Vive en Asia como en el clan trujillano. Habita en los blogs como en las web literarias. Se anida en los colegios y se esparce en los pasillos del Palacio de Justicia. Se infecta en los mercados y se entronca en los estadios.



¿Y los de las páginas sociales? Igual. Tienen plata y se ríen por huevos. Digo que el insulto favorito de mis alumnas es precisamente: “huevona”. O sea, que del huevo nadie se salva. ¿Y los futbolistas? ¿Y los del partido? ¿Y los fujimoristas? Todos ¿Y los periodistas? Jamás, ellos escriben con los capachos remachados, cantan boleros, son puntuales y no se huevean.